Con alerta por ola de calor (y 37º a la sombra de previsión), comenzamos esta jornada en Calahorra con 14 aguerridos voluntarios dispuestos a sudar de lo lindo sólo por amor a su río.
Descartado el Soto de La Cocha – que era el inicialmente previsto- por su inaccesibilidad (¡Madre mía que año de zarzas y ortigas!) elegimos el soto Manzanillo, que estaba realmente sucio, como muchos otros tramos de nuestro querido Ebro.
Una vez más, los accesos y la extracción de los residuos desde lo más profundo del soto fueron nuestras mayores complicaciones.. pero no hay nada que unos buenos brazos, un costoso desbroce y un land rover aguerrido no puedan solucionar.
Y al final, como siempre, la cantidas de residuos retirado nos sorprendió incluso a nosotros: 79 bolsas llenas en su mayor parte de envases y plásticos, dos cubos de 120 litros casi llenos de envases de vidrio… y una furgoneta entera de voluminosos: chapas, bidones, varias ruedas, tuberías, una televisión, un ordenador, una hamaca, calderos, garrafas…¡Y hasta una parrilla para asar chuletillas!!! Con algunas cosas, no salimos de nuestro asombro…
Destacar a nuestro equipo de pescadores comprometidos (Carprom team) -cinco rumanos afincados en españa que vinieron con todas las ganas del mundo-, y a tres parejas de padres o madres e hijos/as, a cual más encantadora. ¡El amor a los ríos pasa de generación en generación!
¡Otro hito conseguido!