La jornada empezó bien temprano y aunque cayeron cuatro gotas antes de empezar, el día despejó y pudimos disfrutar de un día claro y soleado.
Esta vez los voluntarios fueron los alumnos del IES Ciudad de Haro. La jornada transcurrió en dos turnos. Los chavales vinieron muy motivados y con ellos sacamos un montón de residuos de plástico, vidrio, papeles, etc.
Muchos de los residuos se camuflaban entre la hojarasca y la actividad de limpieza del río se convirtió en ocasiones en una actividad detectivesca. Con cada pisada sobre las hojas caídas, aparecía un nuevo residuo.
Sus comentarios acerca de lo desagradable que resultaba que hubiera tantos residuos nos motivaron para seguir haciendo este tipo de jornadas, y realmente cada día vemos lo necesario que es ¡la máquina del cambio se ha puesto en marcha! Muchas veces no te das cuenta de la realidad hasta que no ves las cosas con tus propios ojos, estamos seguros que a partir de ahora se piensan más el tirar un residuo al suelo.
GRACIAS AMIGOS DE LOS RÍOS